Una vez finaliza el periodo navideño, es muy habitual oír hablar de la «cuesta de enero». Para muchas personas, las últimas dos semanas de este mes resultan muy duras y estresantes. ¿Por qué ocurre eso?
En enero empezamos a sufrir las consecuencias financieras de las navidades, y además, comienza el periodo de rebajas, por lo que nos bombardean con ofertas que nos hacen creer que ahora es el mejor momento para gastar. Estos gastos pueden llegar a ser fuente de mucho estrés a la hora de llegar a fin de mes. Además, los excesos navideños (no sólo en el ámbito financiero, sino también respecto a un posible aumento de peso tras las comidas y cenas navideñas) pueden generar sentimiento de culpa respecto a nuestra falta de autocontrol.
Por otro lado, venimos de finalizar una etapa, un año completo, y es muy frecuente haber hecho un balance de fin de año (el cual no siempre es positivo o alentador), y quizás nos hemos fijado propósitos de año nuevo mal planificados, que incluso pueden empezar a «fracasar» (ya que muchos objetivos de año nuevo se abandonan durante el primer mes, y la mayoría se desestiman antes de llegar a primavera).
Además, no podemos olvidar que muchas personas se incorporan de nuevo al trabajo tras las vacaciones, vuelven a la rutina, y que se acentúa el clima de invierno, bajando aún más las temperaturas y disminuyendo las horas de luz.
Todos estos factores pueden favorecer una bajada del estado de ánimo, aumento de ansiedad y preocupaciones repetitivas/excesivas, sentimiento de culpa, pérdida de autoestima, insomnio y hambre emocional.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA SOBRELLEVAR LA «CUESTA DE ENERO»?
Para evitar estrés financiero, lo mejor es hacer una buena gestión de nuestra economía:
- Establece un límite de gastos.
- Distingue entre los distintos tipos de gastos: fijos y urgentes (necesarios sí o sí), importantes (te hacen falta, pero no son urgentes, quizás puedan esperar al próximo mes) y deseos (te apetecen, pero realmente no son importantes y pueden esperar).
- Antes de comprar, pregúntate si realmente necesitas asumir ahora este gasto. ¡No te dejes influir la publicidad de las rebajas!
- Descárgate una aplicación de control y gestión financiero.
- Retoma tu rutina. Mantén un día a día activo, evitando el sedentarismo, haciendo deporte, comiendo alimentos saludables, durmiendo las horas que necesite tu cuerpo…
- Define y planifica adecuadamente tus nuevos objetivos de este año. Para ello, puedes consultar mi artículo sobre cómo definir los propósitos de año nuevo.
Para finalizar, tenemos que entender y aceptar que esto es algo transitorio. La mayoría de veces, las consecuencias de la «cuesta de enero» son temporales y suelen regularizarse en cuanto pasa el mes, pero en el caso de que se prolonguen en el tiempo, podrían favorecer la aparición de problemas psicológicos como depresión o trastornos de ansiedad. Por ello, si a lo largo de febrero no se vuelve a la normalidad, o a lo largo del mes de enero el sentimiento de malestar es muy intenso, se recomienda buscar la ayuda de un/a profesional de la psicología para comenzar una terapia.